domingo, 21 de abril de 2013

Abriendo otros...

Tertulia en la espera. Fotografía: Magdalena García Fdez

Complicidad. Fotografía: Tania Gutiérrez.
.... Y decido comenzar con puntos suspensivos, porque esto no es más que la continuación de algo que me dejé medio abierto... Efectivamente, llegué a España y "respiré nuevos pensamientos", de esos que tú me dijiste sin más pretensión que la de entenderme, de empatizar con una vuelta no muy convencida.
Me encontré un país con una parte de su gente en la calle y otra esperando a que pasara la tempestad (así no se cambia el mundo, TODXS deberíamos salir y luchar).

Mi corazón latía con demasiada fuerza cada día que pasaba en esa España deprimida, maltratada por un Gobierno lejos de la realidad humana. Y entendí al poco tiempo que no quería seguir sintiéndome inútil y gasté mis últimos ahorros en un billete hacia el DF con la idea de seguir forjando un futuro profesional, en el que tanto tiempo y esfuerzo había invertido.. Aunque ciertos gobernantes, que da la casualidad que alguno de ellos no tienen ni un solo día cotizado, les dió por llamar a nuestro exilio económico "movilidad externa" o "ganas de conocer la fiesta de otros países" y que teníamos "espíritu aventurero, como Willy Fog".

Y en fin, pues aventura si que fue llegar a México, y no precisamente fiestera. La aventura de ponerte en la búsqueda de un empleo, lejos de tus amigxs, de tu familia. Y no solo surge la dificultad de estar lejos de los que siempre te han apoyado, sino la manía de ponernos límites como ciudadanos del mundo y fronteras, dándome cuenta de que México también tiene un "Presidente telenovelero" que decide hacer una reforma laboral que te obliga a salir del país para terminar tus trámites de la visa laboral... y eso, si quieren tramitártela.. 


Afortunadamente, van apareciendo esas personas en tu vida, tan diferentes a lo que siempre habías conocido, pero que te van apoyando en esta lucha por sobrevivir, y que te hace seguir creyendo en la bondad del ser humano, personas o "persona" que te cambian la vida y por las que decides luchar más fuertemente para que te mantengan tus derechos como humana que soy. 

Después de mucha lucha, y a pesar de que me costará aún un tiempo regularizar mi situación migratoria (ahora sí se que es ser una verdadera emigrante..), tengo la gran fortuna de comenzar en un trabajo que me da la vida, que me hace compartir y conocer culturas tan diferentes y tan ricas. Seguir conociendo miradas eternas, miradas necesitadas, miradas ajenas a las de otras personas que están subidas en el poder y que están haciendo que su vida sea más difícil... Miradas de otros que les niegan necesidades básicas y que hacen que las verdaderas MIRADAS SIGAN SIENDO MUCHO MÁS ETERNAS...