lunes, 3 de noviembre de 2014

Efectos secundarios de la migración

A veces es complicado explicar con palabras que siente una ante una situación tan compleja, con tantos sentimientos encontrados,como es la de ser emigrante. 

Cuando sales de tu país dejando atrás familia, amigxs, infancia, recuerdos, olores, sabores,.. tu vida, sin duda pueden ser por diversas causas, decisiones. 
Las ganas de seguir creciendo, aprendiendo, de experimentar nuevas culturas, pero también la necesidad. La necesidad de crear un futuro, el cual nos hicieron creer que tendríamos a terminar nuestras carreras, nuestros másteres, nuestros doctorados en nuestro país. Nada más lejos de la realidad... Llega el momento en el que buscas desesperadamente tu lugar en un mercado laboral cada vez más complicado en un país cada día más maltratado, y lleno de gobiernos corruptos que llegan a sus casas con los bolsillos llenos de dinero negro. Y paralelamente, vive una ciudadanía cada vez más empobrecida, personas a las que echan de sus casas y dejan en la calles, miles de jóvenes que migran forzosamente en busca de un futuro, dejando tristezas y lágrimas en unos aeropuertos cada vez menos vacacionales.. y más llenos de abrazos amargos. 

Hoy es un día de esos en los que reflexionas sobre todo, a más de 9000 km de tu raíz, y a la vez mucho más cerca, porque los sentimientos positivos hacia tu gente se amplian de una forma maravillosa.

Hoy es uno de esos días en el que necesitas ver a tu madre, y decirle que es la persona que más quieres, y la más importante del mundo.. Pero otro día más nos separa un mar infinito.. Un mar hermoso, pero que algunos momentos desearías hacer desaparecer para poder correr y estar en un momento llamando a la puerta donde sabes que el calor y el abrazo están asegurados.

Y te arrepientes de esas discusiones absurdas con tu madre, con tu hermana... Y deseas con ganas retomar esas cosas que vivías de pequeña y que te hacían tan feliz. 

O llamar a tus amigas y salir a tomar una caña y unas tapas, o ir a andar al Romero, o una sesión de confidencias en invierno, en la noche, tapadas hasta los ojos, y riéndonos de un lenguaje que solo ellas entienden. 
Escaparte a Madrid, y ver a esos amigxs a los que no ves tanto como quisieras, pero que siempre están dispuestos a darte un abrazo, a que la conversación fluya como si no hubieran pasado los meses.

Y tantas y tantas cosas que te producen nostalgia. Y darte cuenta de que no necesitas mucho más para ser feliz.. Y de hecho soy feliz en este mismo momento que escribo, que recuerdo y me hace consciente de lo afortunada que soy al tener todo lo que tengo. 

Hay gente que no te entiende, gente que no entiende que sea tan, tan difícil la adaptación. Gente que no entiende que no quieras que la navidad llegue, por no enfrentarte a esos momentos de soledad, que, aunque sabes que todo se ha vuelto algo hipócrita, pues al final, la familia siempre se acaba reuniendo. Gente que no entiende tu forma de actuar, porque no encaja con su cultura... Así pasa, un día estás más triste de lo habitual sin una razón aparente, y esos días también los quiero vivir..

Mi sentimiento creo que lo describe muy bien mi película favorita "Piedras", adaptado al lugar dónde estoy: "México es rara. Es una ciudad de la que tengo recuerdos de cosas que no he vivido. Pero eso me hace ir despacito, más tranquila. Con dos dedos, torpe, pero acertando las letras que quiero dar. Estoy tranquila (...). Y tengo ganas de empezar otra vez, y olvidarme de que esta y cualquier ciudad a veces está tan triste como yo. Y notar que estoy cambiando, aunque solo sea un poco. Bueno, si es mucho, mejor. ¿Has visto que egoístas nos volvemos cuando estamos solos? Espero que tu novio el médico tenga cura para el egoísmo. ¿tú crees que nos enamoramos solo para no estar solos? (...). ¿Dónde irán los sueños cuando no los conseguimos? Aunque creo que al final los sueños no son más que una excusa, pero una excusa muy gorda, son la excusa para vivir. Por eso a veces también se convierten en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos. ¡Qué putada, asumir que nunca serás lo que siempre deseaste! (...) Deseo, deseo, deseo.. Quiero con todas mis fuerzas ser feliz, y con eso hacer un poquito más feliz a los que me rodean. Eso es lo que siempre quise...".

Pero también todo tiene sus efectos positivos... Y también amo estar empapándome de este gran país, que tanto, tanto, tanto me ha dado, y me está dando. 

Hoy no les comparto fotografías de mis sentimientos, mejor les comparto un vídeo, que lo explicará mucho mejor y que me gustaría que vieran: 





sábado, 12 de julio de 2014

Expulsar, rehacer, desintoxicar, reencontrar.

Viste lo complicado de la vida en una de las etapas, viste lo bueno y lo malo. 
Quizás te aferraste a algo que sabías que no tenía sentido, a algo que sabías que te hacía daño y dejaste de mirarte, dejaste de pensar en ti, dejaste de quererte.

A veces puede que se te ponga la cabeza del revés y te martirices con qué hiciste mal, sintiéndote culpable. Y no lo viste, hasta que un día te chocaste de frente y viste el grado de manipulación al que te sometieron. Dejaste de ser tú. 

Es el momento de EXPULSAR, de DESINTOXICAR. Ya fue suficiente por esta vez, y por todas las veces. Llevará su tiempo, todo proceso de duelo lleva su tiempo. No tengas prisa, cada cosa en su momento, pero bien hecho, bien decidido. 

Y si expulsas y te desintoxicas, empieza a REHACER Y REENCONTRARTE
Ya comenzó.. Ya has caminado sola, con ayuda de gente que no esperabas, y con la "no" ayuda de la gente que quizás esperabas. Así son las decepciones, solo toca aceptarlas, y darte cuenta, que.. "¡qué bueno! personas así no las quieres en tu vida. 

Viste el Distrito Federal, en México.. Es una ciudad increíble de más de 20 millones de habitantes. Una locura al principio, pero que te sonríe cada vez que lo necesites. Con millones de empujones en el metro, pero en el que siempre existe un "salud" si estornudas. 

Durante un mes, mis pies caminaron y caminaron dando vueltas. Comenzar no es fácil. La incomprensión ajena tampoco. El cariño desde la distancia ayudó muchísimo, y el conocer gente encantadora también.
Camino Libre. Fotografía: Magdalena garcía Fernández

Y lo logramos.. Logramos conseguir lo que tanto esfuerzo supuso.. Ahora no solo somos libres, si no que además, estamos decididas a ser felices y no sufrir más. Lo conseguimos, y lo seguiremos consiguiendo. 

Adiós a lo TÓXICO, Bienvenido lo SANO.