Cerrando ciclos.

Y va llegando el final... 

He caminado, he paseado, he descubierto, he conocido México, un país en los que 4 meses son insuficientes, pero a la vez suficientes para entrar en sus gentes, en sus paisajes...

He pensado, he abierto ciclos, he cerrado otros... He tenido conversaciones intensas, y tengo grabada especialmente una frase "respira nuevos pensamientos...". 

He reído, he llorado, he valorado y me he valorado. He aprendido y me he indignado. 

He echado de menos, me he querido ir, me he querido quedar... Y la conclusión final es que probablemente regrese pronto para pasar otra etapa de mi vida aquí... Y esto se lo debo principalmente a todos aquellos que se han puesto en mi camino en este México de naturalidad, de cercanía, de artistas, de generosidad... En este México Lindo!

Almas limpias. 

Recorrido a medias. Fotografía: Magdalena García Fdez

Reflexión. 

Belleza. Fotografía: Magdalena García Fdez

Mi alma se va llena de casualidades....

Ahora toca ir cerrando ciclo contigo. Ahora se que no quiero tenerte en mis pensamientos, se que empiezas a estar fuera de mi vida... Ahora se lo que no quiero... Y estas imágenes no son ni la milésima parte de lo que me han hecho llegar a esta conclusión. 

Ahora tengo claro que hacer mi vida no implica olvidarme de la gente que quiero... Ahora sé que soy yo la que tiene que luchar por mí misma, por mis sueños.... Y volver no solo será útil para esos sueños, sino que será la continuación de algo que se queda a medias.... Gracias México! Gracias Méxican@s!

Miradas Tzotziles... Miradas eternas...

Tejiendo. Fotografía: Magdalena García Fernández.

Volé hasta México y sentí frío al alejarme de todo lo que me rodeaba, de mi gente... Sentí nostalgia y lloré antes de llegar... Me alojé durante casi un mes en un hostal en DF mientras conocía el funcionamiento de la ONG con la que iba a realizar las prácticas de mi máster desde sus oficinas... Esperaba ilusionada poder trasladarme lo antes posible a las comunidades indígenas de Chiapas y observar de cerca cada una de las miradas de las mujeres socias de la Cooperativa J'Pas Joloviletik (las que hacen tejido) y poder entrar de alguna manera en  su forma de vivir.

Viajé hasta San Cristóbal de las Casas y al llegar volví a llorar.. Seguía echando de menos a mi gente, pero mis lágrimas venían de un concepto diferente... Mi alma lloraba al sentirme por fin cerca de ellas, entenderlas, escucharlas. Aunque su lengua es el Tzotzil y la mayoría de ellas no hablaban el castellano, logré entender lo que decían con su expresividad... 

Realizábamos el taller para que ellas visionaran su día a día.."Nos levantamos a las 6 de la mañana, hacemos café. Recogemos leña, molemos el maíz, limpiamos los trastes...". "En mi casa veo tristeza porque no puedo comprar medicinas...".

Observé a esta mujer indígena...y fotografié mi, pero también su sentimiento. Hablaba, contaba su día a día, cómo veía su vida y no levantó ni un instante la mirada del pañuelo que estaba tejiendo el cuál vendería al terminarlo en la Cooperativa para poder tener un poco más de ingresos y poder vivir un poquito mejor...

No solo esta mujer, todas las mujeres tzotziles que he podido conocer me despertaron la mirada, el alma, y me sentí feliz de poder estar viéndolas en su lucha tan dignamente... Me sentí orgullosa por ellas y desde ese momento supe que el día que vuele hacia España volveré a llorar al alejarme de ellas, aunque tan solo hayan pasado dos meses a su lado... Gracias...Gracias a todas las socias de la Cooperativa J'Pas Joloviletik... Gracias por hacerme un poquito más humana.